viernes, 9 de febrero de 2018

Aclimatación en Namche Bazar.

Día de aclimatación en Namche Bazar. Empezamos pronto la jornada, nos levantamos y tras asearnos un poco bajamos a desayunar, hoy nos espera un día bastante tranquilo, de descanso, pero antes de eso tenemos un trek.
Después de desayunar unos huevos, verdura cocida y unas tostadas, con su correspondiente milktea, nos disponemos a equiparnos, a coger las mochilas y salir.
Namche Bazar
En primer lugar empezamos a subir hacia la parte alta de Namche, las vistas son espectaculares, a cada poco que se va subiendo se divisa la estampa del pueblo al completo, desde una perspectiva única se pueden observar, las casas de té, cafeterías, multitud de tiendas, incluso se pueden ver peluquerías improvisadas.

Peluquería
Llega un momento en el que nos adentramos por fin y de forma oficial (una puerta lo señala) en el Parque Nacional de Sagarmatha. A partir de aquí y tras finalizar una pendiente llegamos al monumento en memoria de Tenzing, para mí el primer hombre en pisar la cumbre del monte Everest. En Nepal es todo un símbolo y un semidiós en toda la zona del Kumbu y el pueblo sherpa.

Entrada Parque Nacional.

Desde ahí por fin tengo mi primera imagen, la primera vez que mis ojos ven el techo del mundo, ese día se deja ver, se gusta, por fin veo mi sueño en el horizonte, el Everest se yergue majestuosamente, como si de un gigante indestructible se tratara, te ve y más adelante cuando empiezas a acercarte incluso te habla, ¿suena a locura? Lo digo yo, te habla y además lo escuchas perfectamente. Lo que te dice es bastante fuerte, pero me lo reservo para más adelante, cuando estemos más cerca.

Monumento a Tenzing

Allí delante del Everest se puede ver una imagen única. El Ama Dablam a la derecha, espectacular, a su izquierda al fondo el Lothse, la tercera montaña más alta del mundo, increíble, el Everest justo al lado, aunque en la perspectiva parece de la misma altura que el Lothse hay que tener en cuenta que el Everest está detrás, aun así se equipara en la imagen, lo que da a entender un poco la magnitud del mismo, una autentica pasada. Y al lado de este el Nuptse, y su sierra de cuchillo, es fácil de diferenciar, la loma más alta de las tres o cuatros que se pueden divisar.
Por primera vez se me saltan las lágrimas, y no son pocas. No sé cuántas fotos nos hicimos en ese lugar, pero os aseguro que no fueron pocas, videos también hubo unos cuantos. También tengo que decir que no fui el único en llorar allí. Desde luego esa imagen no se borra de la mente de las personas que pueden verla. Única.

Museo Sherpa
Al rato continuamos nuestro trek, primero entramos en un museo, el museo del sherpa, cuanto menos curioso, habían muchos utensilios que usaban los sherpas tanto para escalar como para su vida personal, también habían animales disecados que habitaban la zona. Seguimos subiendo para aclimatar el cuerpo, subimos una gran colina donde nos hacemos multitud de fotos hasta llegar al Everest View, el Hotel más alto del lugar, un majestuoso hotel de lujo a 3880 metros de altitud, donde te dejan entrar “de milagro” para poder disfrutar de su cafetería, en su terraza nos tomamos un milktea y disfrutamos de una de las vistas más maravillosas que he visto en mi vida. Descansamos bastante y volvimos tras nuestros pasos a Namche.


El resto de la tarde estuvimos paseando por el pueblo, haciendo alguna que otra comprilla, regalando cosas a los críos que allí estaban jugando al vóley, futbol etc. Entramos en una cafetería buena, café carillo pero merece la pena, buen café tras días sin tomar alguno decente. Al anochecer nos fuimos al hotel, ducha, cena buena, mandamos fotos a los familiares por wifi, a precio de oro y nos fuimos a descansar, no sin antes llevarnos un sustillo. Mientras jugábamos una partida de cartas tras la cena, a un señor que estaba en la mesa de al lado le dio algo extraño, se quedó como dormido tras un fuerte ronquido, quedó inconsciente y con la cabeza totalmente plegada hacia atrás, fue duro de ver, aunque se recuperó al momento. Ya comenzaba a notarse el mal de altura, ya estábamos a unos 3440 metros y eso se ya no era cualquier cosa.

Con esto nos fuimos a la habitación a descansar y a escuchar las ratas del Himalaya justo por encima de nuestras cabezas. Justo detrás de las paredes. Aun así Namche era un lujo, y el mejor sitio donde disfrutar en esa zona del valle. Habíamos pasado un gran día, recuerdo tener mucha ilusión, fue un día muy especial y me metí en el saco a leer y quedé dormido con la mejor de las sonrisas. Satisfacción en estado puro.