Día de aclimatación en Namche Bazar. Empezamos pronto la
jornada, nos levantamos y tras asearnos un poco bajamos a desayunar, hoy nos
espera un día bastante tranquilo, de descanso, pero antes de eso tenemos un
trek.
Después de desayunar unos huevos, verdura cocida y unas
tostadas, con su correspondiente milktea, nos disponemos a equiparnos, a coger
las mochilas y salir.
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| Namche Bazar |
En primer lugar empezamos a subir hacia la parte alta de
Namche, las vistas son espectaculares, a cada poco que se va subiendo se divisa
la estampa del pueblo al completo, desde una perspectiva única se pueden
observar, las casas de té, cafeterías, multitud de tiendas, incluso se pueden
ver peluquerías improvisadas.
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| Peluquería |
Llega un momento en el que nos adentramos por fin y de forma
oficial (una puerta lo señala) en el Parque Nacional de Sagarmatha. A partir de
aquí y tras finalizar una pendiente llegamos al monumento en memoria de
Tenzing, para mí el primer hombre en pisar la cumbre del monte Everest. En
Nepal es todo un símbolo y un semidiós en toda la zona del Kumbu y el pueblo
sherpa.
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| Entrada Parque Nacional. |
Desde ahí por fin tengo mi primera imagen, la primera vez
que mis ojos ven el techo del mundo, ese día se deja ver, se gusta, por fin veo
mi sueño en el horizonte, el Everest se yergue majestuosamente, como si de un
gigante indestructible se tratara, te ve y más adelante cuando empiezas a
acercarte incluso te habla, ¿suena a locura? Lo digo yo, te habla y además lo
escuchas perfectamente. Lo que te dice es bastante fuerte, pero me lo reservo
para más adelante, cuando estemos más cerca.
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| Monumento a Tenzing |

Allí delante del Everest se puede ver una imagen única. El
Ama Dablam a la derecha, espectacular, a su izquierda al fondo el Lothse, la
tercera montaña más alta del mundo, increíble, el Everest justo al lado, aunque
en la perspectiva parece de la misma altura que el Lothse hay que tener en cuenta
que el Everest está detrás, aun así se equipara en la imagen, lo que da a
entender un poco la magnitud del mismo, una autentica pasada. Y al lado de este
el Nuptse, y su sierra de cuchillo, es fácil de diferenciar, la loma más alta
de las tres o cuatros que se pueden divisar.
Por primera vez se me saltan las lágrimas, y no son pocas. No
sé cuántas fotos nos hicimos en ese lugar, pero os aseguro que no fueron pocas,
videos también hubo unos cuantos. También tengo que decir que no fui el único
en llorar allí. Desde luego esa imagen no se borra de la mente de las personas
que pueden verla. Única.
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| Museo Sherpa |
Al rato continuamos nuestro trek, primero entramos en un
museo, el museo del sherpa, cuanto menos curioso, habían muchos utensilios que
usaban los sherpas tanto para escalar como para su vida personal, también
habían animales disecados que habitaban la zona. Seguimos subiendo para
aclimatar el cuerpo, subimos una gran colina donde nos hacemos multitud de
fotos hasta llegar al Everest View, el Hotel más alto del lugar, un majestuoso
hotel de lujo a 3880 metros de altitud, donde te dejan entrar “de milagro” para
poder disfrutar de su cafetería, en su terraza nos tomamos un milktea y
disfrutamos de una de las vistas más maravillosas que he visto en mi vida. Descansamos
bastante y volvimos tras nuestros pasos a Namche.

El resto de la tarde
estuvimos paseando por el pueblo, haciendo alguna que otra comprilla, regalando
cosas a los críos que allí estaban jugando al vóley, futbol etc. Entramos en
una cafetería buena, café carillo pero merece la pena, buen café tras días sin
tomar alguno decente. Al anochecer nos fuimos al hotel, ducha, cena buena, mandamos
fotos a los familiares por wifi, a precio de oro y nos fuimos a descansar, no
sin antes llevarnos un sustillo. Mientras jugábamos una partida de cartas tras
la cena, a un señor que estaba en la mesa de al lado le dio algo extraño, se
quedó como dormido tras un fuerte ronquido, quedó inconsciente y con la cabeza
totalmente plegada hacia atrás, fue duro de ver, aunque se recuperó al momento.
Ya comenzaba a notarse el mal de altura, ya estábamos a unos 3440 metros y eso
se ya no era cualquier cosa.

Con esto nos fuimos a la habitación a descansar y
a escuchar las ratas del Himalaya justo por encima de nuestras cabezas. Justo detrás
de las paredes. Aun así Namche era un lujo, y el mejor sitio donde disfrutar en
esa zona del valle. Habíamos pasado un gran día, recuerdo tener mucha ilusión, fue
un día muy especial y me metí en el saco a leer y quedé dormido con la mejor de
las sonrisas. Satisfacción en estado puro.
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