viernes, 18 de marzo de 2016

El camino.

He tenido una semana extraña, pero no paro, no he tenido tiempo ni de pararme a escribir. Queda muy poco ya, apenas unos días para emprender el viaje que me lleve a mi sueño, al grande. Todos los días pienso aunque sea media hora, pienso si ya tengo todo lo necesario, que me voy a encontrar, que es lo que voy a ver, que es lo primero que voy a sentir… No hay un día que no lo medite, y me quedo ensimismado con la mirada perdida, ya me veo allí.

Quiero disfrutarlo todo, desde el primer avión que me lleve a Madrid, hasta el mismo momento que me reencuentre con mis dos amores. Disfruto viajando, me encanta planearlo bien, disfruto haciendo la maleta y me encanta los nervios previos al entrar al aeropuerto y no porque me dé miedo el avión, si no, porque me encanta volar, cuantas más horas mejor, eso significa que al aterrizar me encontraré en algún lugar muy distinto al que estoy acostumbrado, me encanta salir de la zona de confort, para mí es como una máquina del tiempo, entras en Tenerife y apareces en otro lugar, me encanta, no puedo describirlo con muchas más palabras.

Foto EducaNepal
Hoy me mandaron unas fotos que me gustaría compartir con ustedes, son de la ONG Educanepal, una organización genial que ayuda muchísimo a los niños nepalíes, podéis seguirlos en Facebook y ver que gran labor realizan allí. 
Foto EducaNepal
Mi mujer me dice que hay que ser fuerte para estar allí y ver eso, desde que tenemos a la niña estamos muy sensibles con estos temas. Seguramente por éste motivo se me ocurrió la idea de llevar la ayuda.
Desde hace más de diez años soy socio de Greenpeace, desde que nació mi niña, también lo es ella. Hace unos cuatro años me hice socio de WWF y desde que somos padres también me hice socio de UNICEF, total una pasta al año en ayudas, pero me merece la pena.

Lo voy a pasar muy bien y también sé que lo voy a pasar mal, ya no solo físicamente o por el tema biológico, en el sentido de cómo se comporta mi cuerpo en la altura, cosa que no sabe nadie, si no, que también sé que lo voy a pasar mal mentalmente, quiero estar todo lo preparado posible, saber que me puedo encontrar, pero cuando veo estas fotos…  se me rompe un poco el alma y eso que son fotos, habrá que verse allí, con ellos.

Los problemas que allí surjan serán un reto y no me importa cuáles sean, como la vida misma está llena de baches y la esencia principal es poder superarlos, es así como se hace uno más fuerte, superando problemas, así que intentaré no verlos más allá de baches que hay que pasar, problemas que hay que resolver.
Foto EducaNepal
Desde luego para mí sería un palo no llegar al campo base, pero tampoco estoy obsesionado, me han recomendado muchas cosas para el mal de altura, incluso pastillas para evitar los síntomas de la enfermedad, pero voy confiado, no las voy a tomar a no ser que sea en caso de extrema necesidad, quiero hacerlo yo, quiero que mi cuerpo sienta donde y como estoy y si no puedo pues media vuelta y se acabó la aventura. Solo el haberlo intentado ya es para mí una victoria, además de los palos se aprende y se gana experiencia. También tengo toda la vida para volver a intentarlo.

Hace poco, muy poco, era un chaval con un montón de sueños por cumplir, me acuerdo de estar en mi barrio, en Melilla, hablando con mis vecinos y mi amigo Miguel, no parábamos de soñar y de intentar hacer cosas, algún día os contaré el apodo que me pusieron en el barrio por intentar hacer estas cosas, algún día os contaré que me regaló mi tío Javi (con el que vi aquella película, K2) os contaré como comenzó todo y de ahí mi apodo de aquél entonces, muy bien puesto ahora que miro hacia atrás.
Foto EducaNepal
A día de hoy sigo siendo un chaval, cumpliendo sueños junto con mi mujer, mi hija y en este caso solo. Los sueños hay que perseguirlos, hay que buscarlos y siempre hay que seguir soñando, mi vida no tendría sentido de otra forma, no la concibo de otra manera. La felicidad, al menos la mía es esa, perseguir mis propios sueños, ponerme metas y retos y no parar hasta conseguirlos.  El haber pasado de aquel chaval, al que soy hoy en día, para mí ya es un logro, no hay nada mejor en esta vida que mirar hacia atrás, ver de dónde vienes y después mirar hacia adelante y sorprenderte al ver hacia dónde vas.

Por último para no cansaros, comentaros que ya tengo las dos maletas en Madrid esperándonos. Cuarenta y seis kilos de material que a bote pronto he valorado en más de 800 euros, nunca tendré palabras suficiente para agradecer toda la ayuda que he recibido y sigo recibiendo. Os cuento como voy a hacer con el material restante y os pondré fotos en mi próxima entrada que caerá este mismo fin de semana. Sean buenos y no dejen de soñar, pero en movimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por participar en este blog!