martes, 6 de septiembre de 2016

El otro reto.

Día 2: Katmandú.
¡Gran día! Hoy nos despertábamos con ganas, acabábamos de llegar, tuvimos un día duro al llegar y ahora estábamos descansados y con mucha ilusión de empezar ya. Hoy era el primer día del planing con nuestro guía, al día siguiente volaríamos a Lukla, empezaría lo bueno.

Entregando regalos a los niñ@s.
Antes que todo eso había otra cosa que resolver, meses antes jamás se me hubiera ocurrido complicarme la vida con algo de esta magnitud, ya de por si, entrenar y preparar el viaje era agotador y un quebradero de cabeza, pero como siempre, me gusta complicarlo todo un poco más, esta vez claro, no iba a ser diferente. Era el día que estábamos esperando también, teníamos una misión que cumplir, había puesto más de 46 kilos de material escolar y unos 50 uniformes de Gusyluz (el centro de educación infantil de mi hija) allí, en Katmandú, aún no sé muy bien como logré eso, la verdad es que pocas veces he hecho algo igual, habían más de mil euros allí para repartir, entre material, uniformes y dinero en efectivo, porque a todas estas, también llevamos dinero en efectivo que logramos recaudar, unos doscientos y pico euros si mal no recuerdo.
Foto de grupo.
Antes de seguir, decir que hasta día de hoy no había nombrado, con su nombre, el centro Gusyluz, espero que lo entiendan y sobre todo que lo entienda el centro, la seguridad de los míos es lo primero. Así que ahora los nombro, gracias GUSYLUZ, os habéis portado del diez, gracias a las profesoras y a los papas y las mamas de Gusyluz, que me han dado tanto material incluso dinero para repartir allí. Un beso enorme a toda esa familia que compone Gusyluz Tenerife. ¡A por otra etapa ahora!

Director y niño.
Seguimos… Nos despertábamos temprano, desayunábamos bien y nos vino a recoger el director de la ONG con un conductor, cargamos los dos maletones y con mucha ilusión nos fuimos hasta un lugar a las afueras de Katmandú. Si Katmandú es pobre no quiero ni explicaros lo que se podía ver por allí, pero era brutal. Era duro de ver, incluso de oír. Tras 40 minutos de coche con un calor inmenso y una polución terrible llegamos. La escuela eran 4 muros mal levantados, con una “casita” a modo de recepción o secretaría donde estaba el “despacho” del director y un pequeño almacén, después habían otras estancias, unas casas prefabricadas, hechas polvo, algunas derruidas por el terremoto y otras en proceso de reconstrucción.

Al llegar los niños y niñas nos esperaban haciéndonos un pasillo, llevaban flores en las manos que nos ofrecieron a coger, nos pusieron unas telas con mantras como signo de gratitud y nos pintaron con un tinte rojo la frente, significaba gracias y bendiciones según me dijeron, los dioses estaban agradecidos y estaban con nosotros. La verdad que pocos dioses vi yo por aquella zona… pero se agradece igualmente, y si nos estaban viendo espero que clavaran sus ojos en aquel sitio y no levantasen la mirada.

Selfi nepalí.
Las caras de los críos eran espectaculares, como si acabasen de llegar los Reyes Magos de verdad, como ídolos, era un sentimiento súper raro el que al menos a mi me invadía, por un lado yo estaba flipando más que ellos, nunca me habían mirado con esas caras, nunca había despertado tanta ilusión en un niño y por otro lado me sentía triste, por no poder ayudarlos más, porque ellos volverían a quedarse allí y yo poco más podía hacer, estaba triste por ellos, la verdad. Tampoco es una cosa que pueda explicar muy bien con palabras… así que no me voy a extender mucho más en esto.
Reunión inicial.
Entramos en la “secretaría” nos ofrecieron bebida, Coca-Cola caliente que agradecimos de corazón y nos explicaron un poco en que consistía todo allí,. Tenían niños huérfanos que eran los que estaban allí en ese momento, niños que habían perdido a sus familiares en el terremoto del año anterior, el resto estaban de “vacaciones” por llamarlo de alguna manera. Los niños y niñas asomaban la cabeza por la puerta cada dos por tres para vernos, creo que es la primera vez que veían a algún extranjero por allí. Cuando terminamos, empezamos a sacar el material de las maletas y las caras, esta vez de los mayores cambiaban a medida que íbamos sacando cosas, no se podían creer todo lo que les habíamos llevado. En el hotel antes de eso nos habíamos quedado con algunas cosas para repartirlas también durante el viaje en la montaña.

Dos amores. Monique (Derecha)
Con un pequeño gran hombre.
Cuando terminamos de sacar todo, los directores, del colegio y de la ONG estaban flipando y las mujeres que allí estaban con los niños entre ellas la mujer del director del colegio flipaban aún más. Fue un momento muy emocionante, pero más aún fue cuando ellos mismos organizaron una fila de pequeños para ir recogiendo parte del material y uniformes. El resto se lo quedaría la escuela para entregarlos y organizarlos, ya que todo esto debía durarles mucho tiempo.
Fue espectacular ver la cara de los niños y niñas recogiendo sus cosas, a los más pequeños les entregamos también unos juguetes que llevé yo y que mi hija ya no utilizaba, unos peluches y cosas así. Las caras nos lo decían todo, que felicidad y que ilusión tenían. Después nos enseñaron toda la escuela y entramos en unas cabañas hechas polvo que utilizaban a modo de clases. Era duro de ver, me repito.

El mejor estadio es el que tu quieras.
Por fin, todo el ambiente se relajó un poco, al menos para mi que tenía el corazón encogido y los grandes nos invitaron a jugar al idioma universal del futbol. Muchas veces leo cosas de los antifutboleros sobre deportes que también importan, ya he escrito en mi Facebook varias veces sobre esto y no voy a alargarme pero señores, increíble lo que puede conseguir el futbol… cosa que jamás hará el rugbi, el bádminton, la halterofilia o el patinaje artístico. Allí el que más el que menos sabía darle una patada al balón y sus caras se llenaban de sonrisas al vernos jugar a Romen y a mí, por cierto tenemos una jugada de gol grabada en GOPRO que es digna de ver, golazo que aplaudieron todos allí y que marcó un chavalito bajito pero con mucha calidad, yo también pude marcar algún gol que otro.

Idioma universal.
Debido a la altura y a lo oxidado que estaba me retiré pasado un rato y jamás olvidaré las palabras de aquel chico bajito con la camiseta de Portugal y como no CR7. Chico: It is done? Yo: Yes, I'm an old man, jajaja Chico: oh ... but you play very well  Yo: you Too, y dándole la mano llegué al final de mi partido de futbol en Nepal. Sudé, reí, se me saltó alguna lágrima y volví a sonreír esa mañana en aquel poblado. Fui feliz por hacer durante un rato feliz a tantos enanos.
Descansamos un rato tomándonos un té y sin querer que pasara el tiempo nos hicimos muchas fotos y nos tuvimos que ir, ojalá vuelva a ver algún día a algunos de esos críos, o al menos espero saber que están bien, y han salido adelante en sus vidas. 
Del resto de aquel día ya recuerdo poco ya que mi cabeza quedó allí en la escuela, de hecho el camino de regreso me pareció cortísimo. Sé por las fotos que tuvimos un día tranquilo, andando por el centro, sé que quedamos por la noche con nuestro guía para cenar en un sitio “lujoso” donde comimos muy bien, y vimos un espectáculo de danza nepalí que estuvo bastante animado y bonito, más tarde nos volvimos al hotel y nos preparamos para salir al día siguiente. Empezaba lo bueno, teníamos por delante muchos días a pie para llegar a nuestro objetivo, a mi sueño, estaba nervioso nuevamente, empezaba lo bueno, aunque cuanto más pasa el tiempo, más me doy cuenta de lo que ya sospechaba, lo bueno acababa de suceder aquel día por la mañana.

Baile típico nepalí.
PD: Si haceis Clik en las fotos podréis verla en tamaño grande.

sábado, 3 de septiembre de 2016

03/04/2016 Katmandú.


Tras unas 36 horas de viaje con transbordo en Madrid y Abu Dhabi llegamos, cansados, pero con muchas ganas de verlo todo.

Enjambre de cables. Katmandú.
Tres no siempre son multitud.
Ya el aeropuerto de la capital nepalí es un auténtico caos, cuando al fin consigues pasar la aduana, sellar visado, pagar y recoger tus maletas (las dos con el material escolar estaban tiradas en un rincón alejado de la cinta donde salieron todas las demás, al parecer pasaron por la aduana pero ni las miraron… BIEN!!!) puedes salir a la cruda realidad. Katmandú… el caos, el más absoluto caos, una capital pobre, donde no existen reglas de circulación, donde te puedes dejar la vida a bordo de cualquier tipo de vehículo, donde puedes atropellar a 50 personas cada 100 metros pero donde no pasa nada de esto… un orden dentro del mayor de los desórdenes. He estado en sitios como Marruecos y Egipto, y jamás ni de lejos he visto una cosa igual. 

Los alrededores del centro son indescriptibles, hay que verlo para poder hacerse una idea. Todo lleno de basura, todo reventado, la polución era espectacular, no se veía el azul del cielo, la gente iba con máscaras, todo tirado, hasta las tiendas están llenas de todo… la más mínima limpieza brilla por su ausencia, tiendas minúsculas con 5 o 6 vendedores de roña dentro, esperando a que pase alguien para intentar venderle alguna de esa mercancía roñosa, es impresionante de verdad, no puedo poner muchas fotos de todo esto porque no terminaría, en fin... Un paraíso para los aventureros. Total, en el aeropuerto conocimos a nuestro guía que nos esperaba con un conductor y unos collares de claveles naranjas, símbolos de bienvenida y de suerte. 

Con los collares de claveles.
Difícilmente nos entendíamos, nosotros por nuestro inglés y a él por su inglés… fuimos pillándole el acento poco a poco. 

Llegamos al hotel donde nos hospedaríamos a la ida y a la vuelta de la montaña, en total 4 días aunque en un principio eran cinco, pero eso ya lo contaré más adelante cuando lleguemos a Lukla desde Namche. ¿El hotel? Una pensión de mala muerte aquí en España, allí un 4 estrellas. Conocimos al director de la ONG a la que ayudamos y quedamos por la tarde noche con él, con nuestro guía y el director de la agencia con la que hacíamos el treking. Hablamos con ellos mientras nos tomábamos nuestro primer MilkTea, el primero de mi vida, después vendrían muchos más. Quedamos para el día siguiente con el director de la ONG, el cual nos llevaría a un poblado a las afuera de Katmandú para entregar el material escolar. Con el director y el guía acordamos todos los términos del treking y nos dieron bastante información sobre el viaje en sí y sobre lo que podíamos hacer en Katmandú esos días “libres” 

Tienda de ¿piedras?
Máscaras budistas.
Ya casi sin vernos las caras pues había un corte de luz (muy muy habitual en la capital) y el generador no daba para la luz del patio del hotel, nos despedimos con ganas de que llegara el día siguiente. Nos duchamos en la habitación y sin descansar (ni ganas aún) nos fuimos a patear un poco el centro. IMPRESIONANTE todo lo que puedes llegar a ver, oír, comprar y comer ahí… no se puede explicar tampoco, eso si, ahí tenéis que ir, debería ser obligatorio, por Ley, estar en el centro de Katmandú un día al menos en la vida de todas las personas. Perdí la cuenta de las veces que nos ofrecieron “diversión psicotrópica” en fin, un caso, un bendito caos.

Comimos en un restaurante raro, mil y pico rupias, la primera cena, la más cara de todas las del viaje en suelo nepalí, ya le iríamos cogiendo el truquillo. Apenas tenían luz, pero se respiraba un ambiente agradable, no parábamos de reírnos de todo, estábamos nerviosos, cansados y con hambre, estábamos en el culo del mundo a punto de vivir una aventura guapísima, de hecho ya había empezado. 

Set Dalbat.
Como picaba todo… hasta el agua picaba, allí pica hasta el café con leche. Los sudores me caían por toda la cara mezcla de picor en la boca y del calor que había en la ciudad, la comida era un Set Dalbat, un plato de arroz picante, rodeado de una especie de espinacas picantes, una sopa super picante, y unas habichuelas con pollo que también picaban lo suyo, vamos... un paladar infernal a los cinco segundos de empezar a comer.

En fin, un lujo, un viaje único que acababa de empezar, terminábamos el día bebiendo mucha agua, leyendo un poco sobre la ciudad, escuchábamos la tele sin entender nada, hablamos de lo que nos deparaba el futuro próximo y sin más y con algún mosquito que otro nos fuimos a dormir, un día impresionante, comenzaba el sueño, estábamos preparados y encima al día siguiente teníamos una pequeña pero gran misión que cumplir, entregar el material escolar que tanto nos había costado poner allí, más de 46 kilos de ilusión para unos niños que merecían todo eso y más.

Katmandú.





martes, 30 de agosto de 2016

Por donde empezar.

Por fin estoy aquí!! ¿Por dónde voy a empezar? Tenía muchas ganas, creedme, pero he necesitado mucho tiempo para poder organizar ideas, fotos, algunos videos etc… Y todavía no he terminado pero quería volver a escribir, necesitaba volver a escribiros.

Han sido muchas experiencias, muchas cosas que me han costado digerir e incluso algunas aún no he digerido. No sé por dónde empezar, va a ser difícil plasmar a través de este medio todo lo que he vivido en Nepal, personalmente creo que es una vivencia que debería tenerla todo el mundo al menos una vez en la vida. 

Nepal te cambia, hay un antes y un después, su gente es espectacular, nada de maldad y en todo momento intentando hacerte el bien, que no te sientas mal y que nada pueda molestarte. Aunque Katmandú sea el caos escenificado en su mayor potencia y los vendedores intenten sacarte un dinerillo extra por algún regalo no regatearán con tal de que no te ofendas. A veces hasta me daba rollo regatearles yo, y al fin buscaba un acuerdo que fuera bueno para ambas partes aunque pudiera haberle sacado algún suvenir a un mejor precio. En resumen y todo esto viene de la bondad de las personas de allí, por otro lado todo es tranquilidad a la hora de tomarse las cosas, no verás un nepalí estresado o mosqueado por algo que haya pasado fortuitamente. 

El país, un mundo aparte. Todo es distinto, desde la forma de conducir, la comida, el sueño… absolutamente todo es distinto y ya sin hablar de cómo es todo esto en las alturas. Desde luego hay un antes y un después. Es un viaje mágico, que te transporta en el tiempo y casi que de planeta, conocimos a muchas personas y todas buenas, hubo muy buen rollo en todo momento, en la ciudad, el en pueblo apartado y pobre donde entregamos el 90% del material, en la montaña… en todos sitios, la verdad que todo fue a la perfección. Y de mi compañero ni que decir que me hizo el viaje más agradable aún, incluso a 4500 metros de altura, cuando ya no existen las ganas de bromas y de risas, ahí estaba el compañero para intentar sacar una sonrisa, y yo a él, aunque sufriera más el temido mal de altura, creo sinceramente que se fueron dos compañeros de trabajo y volvieron dos amigos que van a estar ahí para siempre, al menos yo estaré. 

Ya tenemos otras ideas en la cabeza, en principio esto solo era una solitaria aventura, un reto que me propuse y que logramos dos personas, pero pronto nos dimos cuenta de que los retos son la comida de esta vida, lo que nos hace tener un objetivo y por lo tanto, lo que nos hace estar más vivos. Pero de esto ya hablaremos mucho más adelante. Ahora toca ponerse manos a la obra, intentar mostraros que y como vivimos allí, que fue lo mejor y lo no tan bueno, aunque todas las experiencias incluidas las pocas negativas fueron fructíferas y por lo tanto bienvenidas.

No sé cómo lo voy a hacer ni por dónde empezar, hay mucho que decir y fotos que ver, existen más de 2000 fotos y videos de esta aventura y evidentemente es difícil poner solo unos pocos, haga como lo haga se me van a quedar cosas en el tintero, ponga lo que ponga y escriba lo que escriba no voy a poder haceros llegar todo lo vivido pero al menos lo voy a intentar, y para los que vais a hacer este espectacular viaje (para mí el viaje de mi vida) voy a intentar daros toda la información posible. 

Ha sido difícil, muy duro y muy conmovedor a veces, pero vamos al lio y dejémonos de rollos, muchos estabais esperando que empezara a escribir, lo sé, por los emails que me han llegado, no sé si habéis aguantado la espera, ojalá que si y os ayude o al menos podáis sacar algo en claro. Por cierto... Si llegamos, conseguimos nuestro objetivo, mi objetivo, mi sueño desde pequeño, estuvimos en el capo base del Monte Everest (5.365 mt) y volvimos para contarlo. ¿Por dónde voy a empezar? Pues por el principio.

KATMANDÚ… 03/04/16

viernes, 1 de abril de 2016

PREVENIDOS!

Todo listo… Parece mentira, queda muy poco. Son tantas cosas las que tienen que salir bien que parece imposible que vaya a salir, no estoy nervioso, ni tengo miedo, pero si estoy que no paro de darle vueltas. 
Tengo muchas ganas, parece que fuese un castillo de cartas, como se caiga una de las de abajo adiós al castillo completo.

Pero hay que ser positivo, va a salir, claro que sí, saldrá todo bien. Ya tengo todo listo, en la maleta no me cabe ni un sacapuntas más, creo que lo llevo todo.

Mi mujer me ultimó un seguro de viaje para deportes de montaña por encima de 3.000 metros, se ha empeñado y a pesar de que no quería, lo ha sacado igualmente. INTERMUNDIAL es la agencia y parece que son los mejores en estas cosas. Espero no tener que utilizarlo, mil gracias para ella, es mi mujer, la mejor, no podría ser otra.

Mil millones de gracias a todos los que habéis colaborado en el proyecto de la ayuda a los niños, habéis estado espectaculares todos y cada uno de ustedes, soy muy pesado pero gracias!! Nos llevamos más de 46 kilos de material escolar, dos maletas y aparte todo lo que va en nuestras maletas personales. Además de haber recolectado el dinero que valía facturar las dos maletas (más de 200 euros al final) entre todos hemos podido juntar otros 200 euros en metálico para comprarles cosas a los niños in situ. Creo que es una pasada y me pierdo ya al calcular el valor de toda la ayuda.

Estaba penando en hacer una entrada con el equipaje que me llevo, creo que podría servir de guía a futuros viajeros. Creo que mañana podré hacerla, no es seguro.

Pronto tendréis noticias mías, van a ser buenas, no sé si llegaré pero si sé que estaré bien, que no voy a cometer ninguna locura y que voy a gestionar cualquier peligro lo mejor que pueda. Me gustaría que me esperarais y que no dejaseis de seguir Everestdesdecero, pronto volveré y será para contar posiblemente la mayor experiencia de mi vida. Vamos a por ellos, está ahí y lo voy a hacer.


Hasta pronto.

lunes, 21 de marzo de 2016

Después de la tormenta…

Más cosas:
El lunes compro la vacuna, se llama VIVOTIF (Fiebre tifoidea) al parecer me la puse cuando fui a Egipto pero si han pasado más de tres años (como es el caso) hay que repetirla. La otra vacuna que debería ponerme es Hepatitis A, pero la tengo puesta, me la pusieron en el trabajo y al parecer es efectiva durante 25 años después de la vacunación. Tema zanjado.

El dinero, lo llevaré en la tarjeta. Pagaré con la tarjeta el resto de la expedición y la parte en metálico llevaré una pequeña parte para pagar pequeños gastos en los pueblos, lo cambiaré allí mismo en Katmandú donde hay muchas casas de cambio, euros – rupias nepalíes, me dicen que dan bien el cambio y a demás pueden cambiar en billetes más pequeños incluso parte en monedas. Otro tema zanjado.

Por otro lado, desde que tuve la idea de ayudar, aportar un granito de arena y se me ocurrió llevar material escolar y uniformes para los niños de una ONG de Katmandú (www.pfnepal.org) se me ha ido un poco la olla con este tema, tanto que he dado un poco de lado mi principal meta que es llegar al campo base del Everest, tanto que he dado un poco de lado al pensamiento del propio camino por recorrer y me he centrado mucho más en la ayuda, como suelo llamar a esta idea. Me ha causado un poco quebradero de cabeza, como manejarlo no ha sido nada fácil, como hacerlo, a quien pedir ayuda, ponerme en contacto con las compañías con las que viajo, etc. En fin, un jaleo, que me ha tenido alguna noche sin dormir y me tendrá alguna más.

Material para Nepal.
También tengo que decir que ahora estoy más relajado, he conseguido poner las dos maletas en Madrid y ya tengo el dinero para poder pagar la facturación de estas dos desde Madrid hasta Katmandú. Por lo tanto ya me desentiendo un poco al pensar que las tengo allí salvo algún imprevisto. No sé cómo se comportará la aduana nepalí, Gautam, el señor que lleva la ONG me ha dado su teléfono y me ha dicho que cualquier problema que surja allí lo llame que en nombre de la ONG será fácil solventarlo, así será en caso de “pegas”.

Quiero agradecer al Centro de Educación Infantil de mi hija por toda la colaboración que me han prestado, tanto por los uniformes como por la recogida del material como por el aporte económico, muchísimas gracias, sin el Centro no habría sido posible nada de esto.

Haciendo el Tetris escolar.
Como no a las madres y padres de los compañeros/as de mi hija, han aportado una cantidad de material brutal, muchísimo más de lo que cabía esperar. Ha sido tantísimo material que he conseguido llenar la maleta completa con sus 23 kilos y rellenar la maleta de uniformes con el espacio que sobraba, aparte de esto, ha quedado muchísimo material aquí en Tenerife, entre mi compañero de viaje y yo vamos a llevarnos unos 13 o 14 kilos de material repartido entre nuestras maletas. Muchísimas gracias de nuevo.

Quiero agradecer desde aquí también a mi compañero, una buena persona que se presta a estas “locuras” mías sin siquiera preguntar, no lo duda, ayuda y listo, un crack.

Por donde iba, que queda tanto material que tengo que dejar en tierra, es una pequeña parte, en su mayoría libretas (que llevo muchísimas) las cuales entregaré a mi vuelta en Aldeas Infantiles de Santa Cruz de Tenerife, ya hablé con una trabajadora y me dijo que las aceptaban con mucha alegría y que iban a volar por que les hacían falta. No encuentro nada mejor que hacer con este restante de material, y me parece una buenísima solución.

Entrenando en el Teide.
Después de este enjambre de ideas y gestiones para organizar todo esto, he vuelto a entrenar, dicen que después de la tormenta siempre llega la calma y ahora toca relajarse un poco y centrarse en el tema “principal” de este viaje. Salgo a correr casi todas las noches y he notado una mejoría en mi cardio. El domingo pasado salí con el compañero de fatiga a patear el Teide, que por cierto, está precioso. Caminar por la nieve es bastante cansado y hay que tener un especial cuidado porque se te hunde una bota y como no estés rápido te partes una pierna como si fuese mantequilla. Estuvimos unas dos horas y media de pateo. Aquí dejo el entrenamiento, por si quieren echarle un vistazo.

Romen de vuelta.
Entrenando.
En estos últimos días no sé si tendremos tiempo de hacer un último ascenso al Teide, posiblemente no, pero no dejaré de entrenar, haciendo bastante cardio y cogiendo fuerza en las piernas que falta va a hacer. Me hubiera gustado entrenar más pero entre que el Teide ha estado nevado y todo cortado y los comedero de cabeza que he tenido… De todas formas me pondré a ello otra vez y a ver si recupero el tiempo perdido.

No me extiendo más, en la próxima entrada os comento algo que ha llegado a mis oídos sobre Nepal y como he abordado ese tema, y eliminado de raíz. ¡Saludos!





Panorámica del Parque Nacional del Teide.


viernes, 18 de marzo de 2016

El camino.

He tenido una semana extraña, pero no paro, no he tenido tiempo ni de pararme a escribir. Queda muy poco ya, apenas unos días para emprender el viaje que me lleve a mi sueño, al grande. Todos los días pienso aunque sea media hora, pienso si ya tengo todo lo necesario, que me voy a encontrar, que es lo que voy a ver, que es lo primero que voy a sentir… No hay un día que no lo medite, y me quedo ensimismado con la mirada perdida, ya me veo allí.

Quiero disfrutarlo todo, desde el primer avión que me lleve a Madrid, hasta el mismo momento que me reencuentre con mis dos amores. Disfruto viajando, me encanta planearlo bien, disfruto haciendo la maleta y me encanta los nervios previos al entrar al aeropuerto y no porque me dé miedo el avión, si no, porque me encanta volar, cuantas más horas mejor, eso significa que al aterrizar me encontraré en algún lugar muy distinto al que estoy acostumbrado, me encanta salir de la zona de confort, para mí es como una máquina del tiempo, entras en Tenerife y apareces en otro lugar, me encanta, no puedo describirlo con muchas más palabras.

Foto EducaNepal
Hoy me mandaron unas fotos que me gustaría compartir con ustedes, son de la ONG Educanepal, una organización genial que ayuda muchísimo a los niños nepalíes, podéis seguirlos en Facebook y ver que gran labor realizan allí. 
Foto EducaNepal
Mi mujer me dice que hay que ser fuerte para estar allí y ver eso, desde que tenemos a la niña estamos muy sensibles con estos temas. Seguramente por éste motivo se me ocurrió la idea de llevar la ayuda.
Desde hace más de diez años soy socio de Greenpeace, desde que nació mi niña, también lo es ella. Hace unos cuatro años me hice socio de WWF y desde que somos padres también me hice socio de UNICEF, total una pasta al año en ayudas, pero me merece la pena.

Lo voy a pasar muy bien y también sé que lo voy a pasar mal, ya no solo físicamente o por el tema biológico, en el sentido de cómo se comporta mi cuerpo en la altura, cosa que no sabe nadie, si no, que también sé que lo voy a pasar mal mentalmente, quiero estar todo lo preparado posible, saber que me puedo encontrar, pero cuando veo estas fotos…  se me rompe un poco el alma y eso que son fotos, habrá que verse allí, con ellos.

Los problemas que allí surjan serán un reto y no me importa cuáles sean, como la vida misma está llena de baches y la esencia principal es poder superarlos, es así como se hace uno más fuerte, superando problemas, así que intentaré no verlos más allá de baches que hay que pasar, problemas que hay que resolver.
Foto EducaNepal
Desde luego para mí sería un palo no llegar al campo base, pero tampoco estoy obsesionado, me han recomendado muchas cosas para el mal de altura, incluso pastillas para evitar los síntomas de la enfermedad, pero voy confiado, no las voy a tomar a no ser que sea en caso de extrema necesidad, quiero hacerlo yo, quiero que mi cuerpo sienta donde y como estoy y si no puedo pues media vuelta y se acabó la aventura. Solo el haberlo intentado ya es para mí una victoria, además de los palos se aprende y se gana experiencia. También tengo toda la vida para volver a intentarlo.

Hace poco, muy poco, era un chaval con un montón de sueños por cumplir, me acuerdo de estar en mi barrio, en Melilla, hablando con mis vecinos y mi amigo Miguel, no parábamos de soñar y de intentar hacer cosas, algún día os contaré el apodo que me pusieron en el barrio por intentar hacer estas cosas, algún día os contaré que me regaló mi tío Javi (con el que vi aquella película, K2) os contaré como comenzó todo y de ahí mi apodo de aquél entonces, muy bien puesto ahora que miro hacia atrás.
Foto EducaNepal
A día de hoy sigo siendo un chaval, cumpliendo sueños junto con mi mujer, mi hija y en este caso solo. Los sueños hay que perseguirlos, hay que buscarlos y siempre hay que seguir soñando, mi vida no tendría sentido de otra forma, no la concibo de otra manera. La felicidad, al menos la mía es esa, perseguir mis propios sueños, ponerme metas y retos y no parar hasta conseguirlos.  El haber pasado de aquel chaval, al que soy hoy en día, para mí ya es un logro, no hay nada mejor en esta vida que mirar hacia atrás, ver de dónde vienes y después mirar hacia adelante y sorprenderte al ver hacia dónde vas.

Por último para no cansaros, comentaros que ya tengo las dos maletas en Madrid esperándonos. Cuarenta y seis kilos de material que a bote pronto he valorado en más de 800 euros, nunca tendré palabras suficiente para agradecer toda la ayuda que he recibido y sigo recibiendo. Os cuento como voy a hacer con el material restante y os pondré fotos en mi próxima entrada que caerá este mismo fin de semana. Sean buenos y no dejen de soñar, pero en movimiento.

martes, 8 de marzo de 2016

Las dudas.

Sigo con los preparativos,  me encanta preparar un viaje y dejar todo lo más atado posible, estoy ahora mismo con el tema del dinero.

Por un lado queda terminar de pagar la expedición, iba a llevarme el dinero conmigo pero es una cantidad importante y prefiero pagarlo in situ con tarjeta de crédito, he preguntado si se puede hacer y estoy esperando respuesta, no creo que haya problemas.

Por otro lado está el resto del dinero. Durante la expedición entra casi todos los gastos, alojamientos,  comidas, etc, pero siempre surge algún capricho y en este tipo de viajes y a esas alturas suelen ser en forma de comida, y claro... ¿qué te puede costar un trozo de pan con algo en un pueblito donde llevar ese algo es muy costoso? Pues a saber... ¿que puede costar un zumo de naranja en un sitio donde las naranjas  están a 70 kilómetros andando? Imaginaos...

Por esto es mejor llevar dinero encima, y ahora surgen unos pocos problemas.

1- ¿Pago en euros, dólares, o rupias nepalíes? En rupias todo costará más barato y siempre podremos regatear el precio cuando notemos que nos quieren sacar un extra, con euros o dólares ya estaríamos perdiendo el extra de entrada.

2- ¿Donde cambiamos esos euros? Allí al parecer hay bastantes casas de cambios... pero claro, ¿cambiarán a buen precio? y ¿qué billetes nos darán?  Cambiar 250€ vienen siendo unas 25.000 rupias nepalíes,  y en ningún sitio vamos a poder comprar un zumo con un billete de 100 rupias. Por lo tanto necesitamos monedas o billetes pequeños,  ¿quién nos va a cambiar eso?

3- ¿Nos podrán cambiar euros a rupias allí o tendremos que cambiar primero a dólares aquí y después a rupias allí?

4- Otro dilema es cuanto llevar, como nos quedemos cortos no podemos sacar durante el trayecto en ningún sitio y si nos pasamos vamos a tener problemas en digerir las rupias cuando nos las tengamos que comer.

Como veis solo este pequeño tema es un quebradero, nuevamente tendré que analizar bien que hacer.

Hoy estuve en Sanidad Exterior, vaya “simpatía” que se gastan allí, en fin, que al parecer tengo que ponerme la vacuna de la fiebre Tifoidea y la de la Hepatitis A. 
La primera es no es una vacuna en sí, es un tratamiento de tres días, una pastilla cada día y la segunda me la debería de poner si es que no me la he puesto antes, ¿y ustedes saben si me la puse antes? Yo tampoco. Tendré que buscar en el archivo del viaje a Egipto a ver si por casualidad hay algo de esto, ya que esta vacuna me la mandaron también cuando viajé allí.

Por último contaros que la primera “maleta” ya está en Madrid, se la llevó mi mujer en un viaje de trabajo y se la dejó a nuestro amigo Rubén, gran persona con buen corazón que me hace el favor de recogerla hasta mi llegada, no queda ahí la ayuda de este amigo. En estos días vuelve a Tenerife y se va a los dos días, le he pedido que se lleve la segunda maleta ya que él no factura equipaje y sin dudarlo ha aceptado, ¡¡GRACIAS!!

Así que en unos días ya tendré puestas en Madrid las dos maletas que quería, a la espera de mi llegada a Madrid para embarcarlas hasta Katmandú, que por cierto hoy busqué la hora local… cinco horas y cuarenta y cinco minutos más que en Tenerife, es decir a las 12:15 de la tarde aquí serán las 18:00 horas allí, estaría bastante bien si no es porque por las mañanas me las pasaré andando de pueblo en pueblo y normalmente llegaremos sobre las cuatro o cinco de la tarde donde podré conectarme (según en que pueblo esté) para hablar con mi familia, ellos evidentemente me contactarían ya de noche.

Bueno, seguiré resolviendo problemillas, y los iré contando, ya queda muy poco y los nervios comienzan a manifestarse, no veo el día de coger ese avión que me lleve a Nepal.




miércoles, 2 de marzo de 2016

GRACIAS

No pensaba escribir hoy, pero no puedo resistirme.
Más de 40 uniformes para niños y niñas de entre 1 a 3 años de edad. Todo sin pedir absolutamente nada a cambio, así responde el Centro de Educación Infantil ante mi petición de ayuda para colaborar con la ONG Piooner Foundation Nepal, así responden cuando se trata de ayudar a niños que no tienen prácticamente nada. Chapó por ellos, no me equivoqué de Centro, definitivamente elegí el mejor para mi hija y aunque lo demuestran diariamente, con estos detalles lo dejan totalmente claro. ¡GRACIAS!

Por otro lado:
Libretas, lápices, gomas, bolígrafos, blocs de dibujos, paquetes de ceras de colores, paquetes de lápices de colores, paquetes de plastilinas, sacapuntas, pegamentos, libros para colorear, libretas Disney, estuches, reglas, rotuladores, folios, etc. etc…

¡IMPRESIONANTE! Me siento orgulloso, de cómo han respondido los padres y madres del Centro de Educación Infantil al que va mi hija, me parece increíble, tanto que les tengo que decir (a mi pesar) que paren porque no puedo llevarme más. 23 kilos… sí señor, veintitrés kilogramos de material escolar. La acogida que ha tenido la idea, ha superado con creces todo lo que podía imaginarme, gracias, gracias y mil veces gracias.

Se me ponen los pelos de punta solo de pensar la cara que van a poner cuando vean todo esto. Y no solo es material, es ilusión y confianza que han depositado, pueden estar tranquilos, hasta la última goma va a llegar allí, aunque por sobrepeso en las maletas tenga que llevarme algo en los bolsillos del pantalón.

Haré muchas fotos porque merecéis verles las caras, y ver que el material que habéis donado con tanta ilusión y tan desinteresadamente está allí.

Me siento muy orgulloso de que mi hija vaya al mismo centro donde van todos estos niños, amigos suyos, cuyos padres y madres han sido tan solidarios, habéis superado con creces lo esperado. 
No puedo decir otra cosa, desde aquí, desde este blog que con tanta ilusión hago, gracias, gracias y mil veces gracias. 

lunes, 29 de febrero de 2016

Algunos preparativos.

Vamos allá con varios temas importantes que tengo que dejar cerrados cuanto antes, ya queda muy poco, casi un mes justo y hay que ir dejando todo bien atado.

Por un lado, el visado. Al ser país fuera de la UE, hace falta un visado de entrada al país, ya me pidieron uno en E.E.U.U, en Egipto, México, etc. Alguna vez lo he dejado listo dese aquí y en otros casos como en Egipto lo he sacado en el propio aeropuerto sobre la marcha. En esta ocasión puedo hacerlo de las dos formas. A través de la web http://www.consuladodenepal.org/ se puede sacar el visado sin tener que complicarse mucho la vida, se manda el formulario adjuntándo la fotocopia del pasaporte en vigor (mínimo 6 meses) una fotografía, y el recibo de haber pagado las tasas a la dirección info@consuladodenepal.org La pega es que tardan bastantes días en enviarte el visado vía correos y corremos el riesgo de que no llegue a tiempo y haya que pagar dos veces las tasas que rondan los 55 euros.

Otra opción y creemos que hacemos bien en escogerla es pagar in situ, en el mismo aeropuerto. Habría que rellenar el papelito de inmigración que te dan en el avión, rellenar el formulario que hay en el aeropuerto y hacerte el visado allí mismo antes de entrar al país. Los requisitos son los siguientes: Pasaporte original en vigor. (Mín. 6 meses) 1 Fotografía. (Tamaño carné) Los dos formularios, el del avión y el del aeropuerto y el pago en efectivo de las tasas, que en este caso rondaría los 40 euros, catorce euros más barato y ya no es por el dinero, si no, porque como llevamos tiempo de sobra y llegamos sobre medio día tenemos tiempo de hacerlo allí y parece ser la mejor opción. 
También me inscribiré en este registro de viajeros, https://www.visatur.maec.es/viajeros/ es a través de esta web que el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación tiene un control de los viajeros que van a aquella zona y en caso de accidentes, catástrofes etc, pueden ayudar en el tema de búsqueda, apoyo, repatriación…

Por lo tanto este tema lo tenemos cerrado.
Por otro lado, las vacunas. Mediante esta web http://www.msssi.gob.es/sanitarios/consejos/vacExt.do se puede pedir cita en la delegación de Sanidad Exterior, situada en Rambla de Santa Cruz 161, de Santa Cruz de Tenerife, Telf. 922 99 92 10, donde te dicen que vacunas son recomendables para el país al que se viaja. Por lo que he podido mirar tengo todas las necesarias excepto la vacuna contra la Polio, la verdad que no sé si será tan necesaria, sacaré cita e iré a preguntar a ver que me dicen.

Seguro. No sé si contratar un seguro de viaje, ciertamente es un país donde no pasa nada en el sentido criminal, no está en guerra, no es un país conflictivo y mucho menos sus gentes. Pero bien es verdad que son muchos días de pateo, donde llega un punto en el que el lugar “civilizado” más cercano queda a muchísimos kilómetros, y que una simple torcedura de tobillo te puede provocar un esguince que te destroce el viaje, por poner un ejemplo, llevo botas buenas y dudo que se dé este caso, pero se puede dar cualquier otro que al final resulte igual de desastroso. 
Una evacuación en helicóptero puede rondar los ocho mil euros y en esas alturas y a esas distancias caminar lesionado o malherido puede resultar imposible, por lo que un buen seguro puede sacarte de un apuro de ese tipo. Ya sin nombrar que podría solucionar un seguro en tema de catástrofes, cosa que se dió hace un año allí con los conocidos terremotos. 
Podrían darse inundaciones, desprendimientos, etc… y todo ello sin ponernos en el peor de los casos en el que se necesitaría una repatriación que podría arruinar al más pintado y que no se si en caso de catástrofe cubriría la embajada.

En fin… algunas dudas todavía que habrá que ir resolviendo en estos días para poder dejarlo atado antes de mediados de este mes que entra. Del viaje en sí, ya solo nos queda resolver el alojamiento de la primera noche en Madrid, para salir al día siguiente hacia Katmandú. No sé si pillaremos un hotel cerca del aeropuerto, es la forma más cómoda desde luego, y más cuando vamos a ir con 4 maletas más las dos mochilas.

Bueno, seguiremos preparando todo, hay que seguir entrenando, este mes es crucial y tengo que entranar muchísimo más. 

El tema del material escolar va viento en popa, la respuesta del Centro de Educación Infantil de mi hija ha sido espectacular y la de los padres y madres del centro también ya que por lo que veo siguen aportando material para poder llevarme hasta allí, desde aquí darles las gracias, aunque ya haré una entrada específica dedicada a ellos, los colaboradores necesarios de todo este tema. Ya tengo una maleta completa de uniformes y el día quince de marzo recogeré todo el material para cerrar la segunda maleta y empezar a enviarlas a Madrid. Si alguien quiere contribuir con la causa y ayudarme con esto, que se ponga en contacto conmigo, Buyo_8_10@hotmail.com la información está en la entrada anterior, la llamada Reto al Cuadrado. Espero que todo salga bien, porque ganas y voluntad no faltan.

Hasta la siguiente entrada, sean felices y no dejen de perseguir sus sueños. 

martes, 23 de febrero de 2016

Reto al cuadrado.

Bueno, os cuento. Resulta que pensando un poco y viendo todo lo que ha pasado allí hace casi un año con los terremotos, se me ocurre que podría ayudar, que podría echar una mano ya que vamos y que tenemos unos días de sobra (si todo va bien)

No sabía muy bien que hacer y como hacerlo, pregunte a Chet Bhatta, de Advance Adventure  (la agencia que contratamos) Chet, es un buen hombre y se siente curioso, le extraña que unas personas que van allí a hacer "turismo" quieran "complicarse" un poco más, bendita complicación... 
Muy amablemente me comenta opciones y me informa de una fundación, www.pfnepal.org, Pioneer Foundation Nepal, la cual trabaja en diversos proyectos y es bastante conocida en Katmandú. 

No sabía muy bien como entrarles ya que no sabía tampoco que podía ofrecerles. Una mañana se me encendió una bombilla, la luz que me dejó todo claro, a la vista y que me ilusionaba. 
Me equivoqué vistiendo a mi pequeña y le puse un uniforme que ya le quedaba pequeño, tuve que rectificar y ponerle el que le acabábamos de comprar de su talla, seguidamente mientras le ponía el nuevo me acorde de que tiempo atrás, en su Centro de Educación Infantil, que no guardería, habían expuestas unas fotos, al parecer, el centro había mandado a Senegal unos paquetes, a través de una organización con la que colaboraron, que contenían un montón de uniformes del centro, Voilá! ya tenía que ofrecer si me ayudaba el centro, al que expondría la idea y esperaría que vieran como buena.

Pregunté a pfnepal y me dijeron que estaban muy centrados en estos momentos en los huérfanos y demás víctimas afectadas por los terremotos y que tenían un par de casas de juegos o guarderías con entre 30 y 40 niños. Verían con alegría e ilusión que los ayudará con lo que fuera ya que no tenían  mucho que ofrecer a estos niños.
Hablé  con el centro de educación infantil de mi hija y no dudaron, al día siguiente me tenían preparado unos 40 ó 50 uniformes para niños/as de entre 1 a 3 años, ESPECTACULAR, hablamos de hacer una circular para recolectar material escolar entre los padres que quisiesen colaborar y se pusieron manos a la obra.

Yo, cada vez más ilusionado empecé a pensar como poner todos esos uniformes y posible material en Katmandú, pues bien, todavía estoy en ello... quiero ponerlo todo en Madrid primero a través de correos o de viajes que haga mi mujer o un amigo y que facturen el material como equipaje propio. Una vez en Madrid mi idea es facturar dos maletas (aparte de las propias y el equipaje de mano) Cada maleta cuesta unos 93€ con la compañía con la que vamos.

Hemos empezado a recolectar algo de dinero para primero, pagar la facturación de estas dos maletas y segundo para si sobra algo de dinero, rellenar las maletas con material que falte o para donarlo in situ en la fundación. Todo esto lo he comentado con pfnepal y están entusiasmado con el tema, les he mandado fotos de los uniformes y han flipado. Ellos me han respondido con más fotos, estas que pongo hoy aquí y otras que prefiero guardarme.

Los que me conocéis sabéis que siempre busco ese "algo más " esa motivación extra y que mejor que esta. Vamos a intentarlo, hay voluntad y hay un buen motivo. A ver que sale, esperemos que muy bien, que podamos contarlo con alegría y buenos recuerdos.

Ya han empezado a ayudar algunos compañeros, están ayudando hasta con un par de euros, aportación más que suficiente. Se nos ha ocurrido coger la dirección de correo electrónico de los que aporten algo para enviarles por este medio un correo con alguna foto como agradecimiento.

Si alguien quiere participar en esta iniciativa que no dude en ponerse en contacto conmigo, se agradece y mucho. Si quiere puede mandar un email a Buyo_8_10@hotmail.com y se le indicará como puede hacer su aportación, sea de la cantidad que sea. Se le pedirá la autorización para enviarle la foto como agradecimiento a la dirección electrónica que nos indiquen. Anímense!! vale mucho la pena.

lunes, 15 de febrero de 2016

Que ganitas...

Con unas ganas infinitas afronto el último mes y medio antes de marchar.
Estoy deseoso, a pesar de saber lo que dejo aquí,  me va a costar mucho estar sin ellas, voy a echarlas mucho de menos, mi mujer y mi niña son lo más grande.
Por otro lado no veo el momento de embarcarme en esta aventura,  muy probablemente la más grande de mi vida, al menos hasta la fecha.

Tengo muchas ganas de montarme en el avión que me lleve a Katmandú, sentarme tranquilo a esperar, leer mientras sueño mirando por la ventanilla lo que me voy a encontrar. Ya se que libros me voy a llevar allí,  la guía Lonely es uno de ellos, hay bastante que leer aún sobre Nepal y sus gentes.
Tengo muchas ganas de pisar suelo nepalí, deseo andar por esas calles caóticas, regatear en alguna compra, y comer lo típico de allí, ganas también de conocer a mi guía y al porteador, el súper héroe que se va a encargar de llevar mi maleta, el que me va a quitar parte del peso para poder caminar mejor.

Tengo unas ganas inmensas de ver y oír los pueblos de los que hablo en mis entradas de este Blog,  ganas de descubrir esa cultura y jugar con esos chiquillos/as que me recordarán a "mi cotufa" ganas de regalarles algo y ver que cara ponen o de enseñarles algún truquillo o juego.

No veo el momento de ver las banderas y la piedra que me diga que ya cumplí mi objetivo, que me diga que ya puedo volver a casa a gusto, que ya estuve en el campo base de la montaña más alta del mundo.

Tengo muchas ganas de todo esto y de más, pero también de vivirlo tranquilo, pausado, de saborearlo todo y sacar lo mejor de mi, encontrarme alguna parte que no me conocía, verme en algún límite y superarlo, quiero hacerlo despacito, radiografiarlo mentalmente y llevármelo conmigo para siempre.
Así que paso a paso, de momento me gusta esto, prepararlo, pensarlo, masticarlo y ver de que manera mejorarlo, mi cabeza no para de darle vueltas, me va a marcar, lo sé, y quiero ver en que manera, pero ya llegará.

De momento iremos poco a poco, que vaya saliendo todo bien desde lo más simple, hay que disfrutarlo todo y los preparativos de un viaje es una de las partes que más me gustan hacer. Ya queda poquito que organizar.

Paralelamente se me ocurrió una idea, una que os va a gustar y que empiezo a ver muy posible dentro de este viaje, ya la saben mis familiares más allegados, algún amigo y los compañeros de trabajo a los que he recurrido para que me ayuden un poco. Os va a gustar, cuando la tenga más trabajada os la comunicaré. Me gusta complicarme la vida un poco, los que me conocen ya lo saben y esta es una prueba de ello.

No dejen de seguirme en este viaje, ya saben que se vienen conmigo.
Everest Desde Cero.


viernes, 12 de febrero de 2016

GorakShep – EBC – Kalapathar – Pheriche.

Durante los dos siguientes días saldremos desde Lobuche hacia GorakShep, considerado el primer campo base del monte Everest. Se encuentra situada a 5.164 y no se encuentra habitada durante gran parte del año. Solo en época de escaladas y de trekings es cuando se encuentra más accesible y en plena ebullición. Aquí es donde se suelen quedar los “caminantes” que van desde Lukla hasta el EBC (Campo Base del Everest) Al parecer en los últimos años ha sufrido un cambio (para bien) y ya hasta tienen internet, cosa que espero que sea cierta, porque no sé si podré estar tantos días sin hablar con mi mujer y mi cotufa.
EBC

El mismo día que se llega a GorakShep se hace una aproximación al EBC, para ver desde allí las casetas de los alpinistas que intentan año y tras año atacar la cumbre de Everest Y Lhotse. 
Ahí está mi sueño, a 5.364 metros, mi Everest particular, habré cumplido un reto que llevo años buscando y que no me ha dejado dormir muchas noches. Espero poder llegar allí con todas mis fuerzas y poder disfrutarlo. Fotos no van a faltar ya os lo digo. No sé que tipo de emociones pueden surgir en ese mismo sitio… ya os lo contaré.

Al día siguiente tendremos el día más duro de todos. Intentaremos hacer cumbre en el monte Kalapathar, 5.550 metros de altitud, del Kalapathar ya hablé en otra entrada anterior, por eso no voy a ser cansino.

Este día durará unas 8 horas de pateo, para llegar desde GorakShep a la cumbre del Kalapathar y vuelta hacia Pheriche.

Pheriche es una pequeña aldea donde no hay mucho más que algunas casas de campo para acoger a excursionistas y un pequeño y rudimentario hospital, donde se atienden principalmente a personas por el típico mal de altura. Que no te de una apendicitis allí, por que si no… Game Over. También es típica por sus centros donde se abastecen a los Jacks que llegan cargados desde otras poblaciones al sur, ayudando a porteadores, senderistas, alpinistas, escaladores etc.


Poco más que añadir de estos días, vamos a estar extenuados y lo peor de todo es que habrá pasado la adrenalina que nos mantenía con las ganas de llegar al objetivo. Habrá que pensar en otro objetivo, como por ejemplo, volver bien para poder contarlo todo. Queda la bajada, la enorme vuelta que nos llevará menos días pero estarán más cargados de kilómetros y horas de treking.


sábado, 6 de febrero de 2016

Fotos del último entrenamiento en el Teide.

Os dejo unas fotillos del último entrenamiento que hicimos en el Teide. Esta vez repitió Antonio y vino mi compañero de expedición, Romen, un titán que le sobraban pulmones para subir al pico, es bueno saber esto porque así se quién me podría prestar un pulmón durante el treking, que a esas alturas están bastantes cotizados. Fue un entrenamiento normal, paso nepalí y durmiendo en el refugio. Llegamos al refugio en buen tiempo, aunque se nos echó la noche encima.
Descansamos y al día siguiente, bueno en la madrugada, salimos para hacer cumbre, también con un buen tiempo,
Tras la cumbre llegó el momento de la verdad... la machacadora bajada... grandísimo tiempo, que fue fruto más bien de la desesperación por la llegada al coche, directos sin apenas parar, solo para beber agua en la zona del teleférico y del tirón para arriba. Apenas notamos la altura esta vez, y lo peor una vez más la bajada... que tortura!!

Pero bueno, llevamos más comida, nos acostamos antes y aprendimos de los errores de otras veces. A la mañana siguiente en el refugio, un chico hecho polvo nos recuerda donde estamos. Por el camino vamos dejando los restos de guiris en pantalones vaqueros que pensaban que sería buena idea ir al pico en esas condiciones. No parecen comprender muchos que esto es alta montaña y así está considerado, pero bueno...

Estrené las botas que llevaré a Nepal y aprobaron con sobresaliente alto.
Titulada por Romen, "The Martian"

La cena




Romen y yo
La sombra del padre Teide

Antonio, Romen y yo

Celebrando mi cuarta cumbre

Repostando durante la bajada
Expectáculo